Vertebroplastia

Estadísticamente es una enfermedad muy frecuente en las personas de la 3ª edad que presentan osteopenia u osteoporosis. En Estados Unidos anualmente se reportan 1.500.000 fracturas óseas, de las cuales casi la mitad son fracturas vertebrales. De estas fracturas vertebrales por lo menos 150.000 requieren tratamiento médico u hospitalización para el manejo del dolor. Estas fracturas producen más de 5 millones de actividad/día perdidos en mayores de 65 años. Afecta al 25% de las mujeres post-menopáusicas.

Está comprobado de las personas con fracturas vertebrales requieren tratamiento para el manejo del dolor prolongado y presentan una morbi-mortalidad mayor. Debido a esto, es importante darle una opción de tratamiento a estos pacientes. Una excelente opción es la vertebróplastia, debido a que es un procedimiento percutáneo, es decir, no requiere cirugía formal.

La vertebroplastia consiste en colocar por vía percutánea una aguja dentro del cuerpo vertebral guiado por vía fluoroscopia (cámara de RX en vivo). Una vez que la aguja se encuentra en el interior de la vértebra, se coloca un acrílico llamado metil-metacrilato, comúnmente llamado cemento. Este cemento entra de forma líquida al cuerpo vertebral, rellenando todos los espacios vértebrales y luego se endurece en los siguientes minutos, de esta manera se crea una especie de yeso interno en la vértebra qué le da solidez a la misma y mejorando así el dolor.